sábado, 2 de diciembre de 2017

EL MARIDO DE ANAMARI 2.



EL MARIDO DE ANAMARI, QUE POR FIN SE HA IDO DE SU HOGAR, TIENE TODO EL TIEMPO DEL MUNDO PARA PENSAR Y LE HA ENTRADO UN NO SÉ QUÉ SENTIMENTAL PORQUE NO TUVO HIJOS CON AQUELLA MUJER DE SATÁN (QUE OJO, MENOS MAL). Y LA MOVIDA ES QUE LE ESCRIBE A SU NO HIJO LOS CONSEJOS QUE LE DARÍA SI ANAMARI HUBIERA SIDO FÉRTIL O SI SE HUBIERAN PLANTEADO ADOPTAR.
Querido mío,
todo en esta vida
tiene un lado positivo y uno negativo.
No corras demasiado
y abrígate mucho,
si ves que hace demasiado frío.

Piérdete,
dale la vuelta al mundo
y nunca, nunca,
dejes que se apodere de tu cabeza
el lado oscuro.

Si te sientes muy marciano,
recuerda que ellos son los terráqueos.
Que tú eres tú.
Y sobretodo
(si no es algo del matar)
que no es malo.

Si te gusta algo
HAZLO.
Disfruta de tu soledad
y piensa de vez en cuando.
Traza la línea de lo peor que puede pasar
y si no es muy destructivo,
HAZLO,
pero por favor,
sin hacerte mucho daño.

Haz bien,
pero a veces,
mira bien a quién.

No dejes que te coman vivo
y ante todo, tranquilo,
enseguida distinguirás a los amigos.

Vive y deja vivir.
Si se va,
es que se tiene que ir.
Ser no es lo mismo que estar.
Desperézate bien todas las mañanas
antes de empezar.
Desayuna, almuerza, come, merienda y cena
lo que te apetezca
sea aire, ideas, comida o tierra,
pero aliméntate para vivir entre las fieras.

Perdona a tu madre...
Perdona sus malicias.
Perdona, hijo mío,
porque si no, la rabia será tu don
Y serás Don rabia, soledad y olvido.

Vive, querido niño.
Vive todo lo que puedas
y acuérdate de tu padre
que siempre será
el primero que te ha querido.